El martes 4 de diciembre tuvo lugar el acto de firma de Escritura de la parroquia Inmaculada Concepción del Buen Viaje – Catedral de Morón. A 288 de la creación de la parroquia, la diócesis puede concretar esta anhelada formalización que fue rubricada en la Municipalidad, con la presencia del Obispo Jorge Vázquez, del intendente municipal Ramiro Tagliaferro, del Director de Culto de la Provincia de Buenos Aires Walter Javier Jiménez, del escribano Diego Molina, presidente del colegio de escribanos de Morón y asesor de la escribanía general de la Provincia de Buenos Aires, del padre Martín Bernal, párroco de la Catedral, y del escribano adscripto de la escribanía de gobierno Paul Díaz.
La presencia de los altos funcionarios provinciales y municipales no es para menos: se trata de la regularización de la propiedad por parte de la Iglesia de Morón de nada más y nada menos que de su Catedral Basílica, poniendo fin a siglos de una situación irregular.
Cuando la parroquia de Morón, fue creada en 1730, no tuvo templo propio y por muchos años funcionó provisoriamente en el oratorio de Francisco de Merlo hasta que muy probablemente en diciembre de 1776 se instaló definitivamente en el mismo solar en dónde hoy se encuentra la Catedral.
Según parece, ya que no hay documento que demuestre dicha voluntad, sólo el testimonio oral de un vecino en una causa judicial de 1799, el matrimonio integrado por Marcos Alarcón y Juana Iturri -propietarios de lo que hoy es la zona céntrica de Morón- habrían donado en la década del sesenta del siglo XVIII, una “cuadra de tierra” que con el tiempo se extendió a la totalidad de la manzana para que se levante la Iglesia parroquial, la que en la venta de una propiedad que hace el yerno y sucesor de Alarcón, Faustino Zalazar a Francisco Conget, el 2 de julio de 1779, ya figura al detallar en la escritura que dicho terreno linda al oeste “… con la Capilla intitulada Ntra. Sra. del Buen Viaje … ”.
Este documento notarial, es de vital importancia: es el primero que nombra a la parroquia del Buen Viaje en el ámbito civil.
Tres meses después en octubre de ese mismo año, Zalazar vende a Ramón de Escalera otra fracción de tierra, haciendo la salvedad que quedan excluidas “seis cuadras de terreno” una de las cuales está la Capilla e Iglesia, figurando por segunda vez la Parroquia en un documento de este tipo.
El propio Zalazar y su esposa Pascuala Alarcón serían los donantes de una cuadra frente a la Iglesia para plaza y así en torno a ambas para 1799 según informe oficial, se aglutinarían en rededor a ellas unas doce casas delimitadas por las calles Casullo, Rivadavia, 9 de julio y Mitre.
Los años transcurrieron, se pasó de la época colonial a la independiente y así en la misma cuadra de la iglesia se edificó la primer escuela pública en 1822 (dónde hoy está el edificio de Acción Social) y al quedar vacía tras su cierre en época rosista, se instaló la autoridad municipal.
En 1859, para colaborar con los gastos de la construcción del segundo templo, el Municipio autorizó a la Parroquia vender un terreno a Francisco Querol, dándose por válida la posesión de dicha parcela por parte de la Iglesia por “… un documento del año mil setecientos setenta y dos …” y unos testigos que habían dado fe de la propiedad eclesiástica de esa tierra en 1854 ante “… la Escribanía Mayor de Gobierno …”, en medio de varios trámites judiciales. Todo esto justamente, por no haber escritura alguna.
En 1874, con motivo de sufragar los gastos del tercer y actual Templo, el mismísimo Arzobispo de Buenos Aires Federico Aneyros por parte de la Iglesia, vendió la esquina de las actuales Buen Viaje y San Martín, al Intendente Santiago Amaral -terreno en dónde como se dijo anteriormente venía funcionando la Municipalidad- y nuevamente por falta de escritura se tomó como válida la “… posesión inmemorial que ha tenido de la manzana …” la Parroquia, respaldando esto con la venta Zalazar-De la Escalera de 1779, antes mencionada. Una vez más la buena voluntad de las autoridades permitió saltear el inconveniente.
Así pasaron los años hasta llegar al presente y la situación de precariedad jurídica en la posesión de la iglesia moronense de su Catedral, casa y colegio parroquiales, se regulariza después de casi 300 años.
Nota realizada con la colaboración de Ezequiel Pavese, coordinador general del Museo de la Catedral.