El Obispado de Morón puso temporalmente a disposición del Hospital Municipal Ostaciana B. de Lavignolle una casa adjunta al edificio, deshabitada mientras se espera la llegada de una Congregación Religiosa que acompañará la labor en el nosocomio.
En respuesta a un pedido del Director del Hospital, y aunando esfuerzos para poder apoyar al personal de salud, el Obispo Jorge Vázquez accedió a ceder temporalmente el espacio para que pueda servir de descanso del personal que atienda pacientes con condiciones respiratorias, sin que durante él pongan en riesgo de contagio de COVID-19 a los otros profesionales del Hospital. En los próximos días se formalizará el acuerdo con el Municipio pero las obras ya se encuentran concluidas.
La casa se encontraba en tareas de reacondicionamiento desde finales del año pasado a partir de la salida de las Hermanas del Instituto de la Sagrada Familia de Nazaret, que se desempeñaban en el Hospital de Morón desde la década de 1930, y antes del ingreso de una nueva Congregación.
Pese a que al inicio de la cuarentena las obras se detuvieron, se reanudaron ante la posibilidad de ayudar al Hospital, y fueron completadas con contribuciones de la cooperadora, que adquirió artefactos y mobiliario por un valor equivalente al 20% de la inversión emprendida.
“El Obispo como pastor de la Iglesia de Morón accedió a este pedido del Hospital, y nos alegra a todos como Iglesia que peregrina en esta ciudad contribuir con este pequeño granito de arena al bienestar del personal de salud del Hospital. Somos conscientes de su dedicación y de la angustia que por momentos ellos y sus familias atraviesan, pero también de la enorme responsabilidad que tienen por delante. Que sepan que toda la Iglesia diocesana está con ellos, cada feligrés de cada parroquia, que entre todos hacen posibles obras como estas, pero también y fundamentalmente, a través de la oración, que es permanente por el personal de salud”, explicó el vocero del Obispado Pbro. Martín Bernal.