Virgencita del Buen Viaje, Señora del camino y de todos los caminos, que transitan entre “gozos y esperanzas, dolores y angustias” (GS 1) los hombres y mujeres de estas tierras de Morón, Hurlingham e Ituzaingo. Aquí estamos otra vez, aquí está tu pueblo, aquí está Morón tu heredad.
Purísima Concepción del Buen Viaje, considerada con toda razón “como la fundadora de los pagos de Morón”, ya que desde el principio quisiste estar junto a nosotros. Una humilde ermita fue el lugar que elegiste como presencia permanente para animar, sostener y guiar a todos los hombres y mujeres de este pueblo peregrino en el arduo camino de la vida.
Hoy venimos, ante todo, a agradecer tu presencia de Madre que siempre nos cuida, nos anima, nos socorre en los peligros y nos da alivio y consuelo en las penas.
Madre de la ternura y la compasión, llegamos como diócesis nuevamente a tu santuario para celebrar nuestra fiesta patronal. Nuestro hoy, está marcado por una situación inédita e inesperada, que a la manera de “una violenta tempestad” amenazó con hundir nuestra barca. Tal la experiencia de la pandemia del Covid 19, que nos ha marcado para siempre.
Madre, nos sentimos frágiles y temerosos, con miedo a salir nuevamente al camino. Todo lo que hemos vivido nos dejó heridos, impotentes y paralizados frente a una situación inmanejable y sorpresiva que nos desorientó.
Madre, venimos desde la experiencia del aislamiento y la soledad que nos impidió comunicarnos, a punto tal de no poder despedir siquiera a los seres queridos que partieron.
Madre, te traemos los rostros de nuestros mayores surcados por las lágrimas, rostros tristes, agobiados, necesitados de escucha y sobre todo de cariño. Los rostros de los jóvenes con miedo al reencuentro con los otros, con timidez y con prevención como quien experimenta una amenaza. Los rostros de los niños y adolescentes afectados por la imposibilidad de vincularse con sus pares, impidiendo su proceso de sociabilización, tan necesario para el crecimiento.
Virgencita del Buen Viaje esta “tormenta furiosa” trajo como consecuencia una crisis social, económica y política gravísima, que ha agrandado grietas de desigualdad e inequidad.
Madre de nuestro pueblo, de toda esta difícil realidad lo que más nos duele y nos desafía es el crecimiento de la pobreza, sobre todo entre los niños y adolescentes, y la falta de trabajo, clave de la cuestión social.
Madre sabemos que toda crisis es también una oportunidad, “nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente” (Francisco). Sabemos que nadie se salva solo, por eso sentimos la necesidad de caminar juntos, de escucharnos asumiendo esta realidad desde la cual nos habla el mismo Dios, por eso la celebración de nuestro primer sínodo diocesano sigue más vigente que nunca.
Madre la crisis desnudó lo mejor y lo peor de nosotros. Sabemos que de esto, no podemos salir solos, nos damos cuenta que el individualismo, la autorreferencialidad, el sálvese quien pueda, termina hundiéndonos en la tristeza de una vida sin sentido. Te necesitamos Madre! para construir la esperanza, desde la solidaridad y la fraternidad.
Madre somos un pueblo con vocación de paz, enséñanos a ser artesanos de la paz recreando los vínculos que se han roto por la pandemia, en la familia, en la sociedad, en la comunidad.
Madre de nuestro pueblo alcánzanos la paz, que supera la violencia y la inseguridad; la paz que es perdón y reconciliación; la paz social, fruto del amor y la justicia. Haz que comprendamos “que la unidad es superior al conflicto” y que “el todo es superior a la parte”.
Virgencita del Buen Viaje, queremos traerte ahora lo mejor de nosotros mismos, lo mejor de esta querida Iglesia de Morón, que supo ponerse la pandemia al hombro, haciéndose cargo, entre otras cosas del hambre de la gente. Una Iglesia que no permaneció cerrada porque siempre tuvo abierta la puerta de la caridad.
Madre danos tu bendición, bendice a todos los voluntarios de nuestros comedores, de las ollas populares que se multiplicaron en toda la diócesis. Bendice a los jóvenes que no fueron indiferentes ni pasaron de largo frente a tanto dolor. Bendice a los sacerdotes que se pusieron al frente y acompañaron, algunos muy cercanos a nosotros entregaron su vida: como el P. Bacci y el P. Jorge Campero. Bendice también a tantos sacerdotes, diáconos y laicos que supieron ser creativos y audaces, desde el uso de las redes recreando la iglesia doméstica, la de la familia reunida en casa participando de la celebración eucarística, la del rezo del rosario, la de los encuentros por zoom.
Madre bendice los enfermos y a los trabajadores de la salud de nuestros hospitales y clínicas: médicos, enfermeras, camilleros, personal de limpieza, a los terapistas, que trabajando hasta el agotamiento salvaron muchas vidas. Todos ellos agradecen tu visita el día 8 de mayo, solemnidad de N. S. de Luján llevandoles a todos consuelo y esperanza.
Madre del Buen Viaje queremos pedirte una bendición especial para todos los jóvenes que se están recuperando de las adicciones en nuestro hogar de la Zeta. Míralos con amor de Madre, como solo vos sabes hacerlo con aquellos de tus hijos que llevan heridas profundas en su corazón. Ellos te aman.
Señora del camino, “peregrina misionera que abres las sendas de la nueva evangelización”. Nuestra Iglesia de Morón está llamada a prolongar el misterio de tu Visitación. El desafío para nosotros es ponernos en camino y ser Iglesia en salida para la misión, animados por la esperanza, que es la virtud que nos impulsa a caminar.
Iglesia de Morón, con María y como María parte sin demora impulsada por la fuerza del Espíritu, llevando la alegría de Jesús, siguiendo las huellas de la Virgen, en nuestra ciudad, en nuestros barrios, huellas que te llevarán junto al lecho de los enfermos, junto a los que están abatidos, y desesperanzados. Siéntate a la mesa de los pobres y comparte también la de los pecadores. No olvides que las puertas de la misericordia siguen abiertas.
Iglesia de Morón, Iglesia de la Visitación no tengas miedo de salir a las periferias para encontrarte con tu Señor, con tu Esposo, junto a los descartados y junto a los últimos.
Vive tu identidad: la de ser posta de los caminantes convirtiéndote, hoy, en hospital de campaña: consuela al pueblo, háblale al corazón, lleva una palabra de aliento a los agobiados, levanta a los caídos, sana heridas, enjuga lágrimas, hazte cada vez más experta en humanidad.
Abre espacios de paz y reconciliación.
En este día tan significativo para nuestra diócesis, tres jóvenes seminaristas darán un paso importante en su camino a la ordenación diaconal y sacerdotal. Leo será admitido a las sagradas ordenes, Damián será instituido lector y Agustín acólito. Virgencita guialos, San José custodialos.
Para finalizar los invito a rezar juntos la oración por el Sínodo, invocando también al Cura Brochero y a Mama Antula.
+Jorge Vázquez
Obispo de Morón