El próximo 6 de octubre, al mediodía, un grupo de entusiastas y animados peregrinos, conocidos por todos como el grupo de “Imagen Cabecera”, llevará la réplica de la virgen de Luján, desde el Santuario de San Cayetano en Liniers, a los pies de la que allá se quiso quedar, en el marco de la “44ª Peregrinación Juvenil a pie al Santuario de Ntra Sra de Luján”
En este camino está Morón. Sí, nosotros, “posta” de la procesión desde su inicio, con nuestra catedral, única en todo el trayecto de esta marcha de la fe.
En los últimos años, hemos recibido a los portadores de nuestra madre con entusiasmo y algarabía, pero sin saber quiénes eran, así que decidimos acercarnos a conocer a Eva y a Mario, quienes desde el inicio han caminado bajo el manto de “La Madre”
Historia viva
Nos cuenta Mario: “En el año ´75, se vivía un momento político muy feo».
“Ahí fue que el padre Rafael Tello – interviene Eva – dijo: ¿a quién le vamos a encomendar a ustedes los jóvenes, si no a María?, y entonces se organizó la primera, nomás”
Recuerda Mario: “El primer lema fue: Los jóvenes Caminamos a Luján por la Patria, fíjate que siempre se toma en cuenta el momento y las necesidades del país.
“La segunda casi se suspende: era 1976, y ya había asumido la junta militar, y el lema fue: “los hermanos sean unidos” ¿Te acordás, Mario?, dice Eva”
“Si, casi se deja de hacer enseguida; hoy en día para hacer los lemas también se toman en cuenta las intenciones que la gente va dejando en Luján, en Mayo, el día de la fiesta de Nuestra Madre”
Mientras sacábamos algunas fotos para acompañar esta nota, Mario nos hablaba de la importancia de Morón como posta de caminantes:
Una vida Caminando
Desde hace 44 años, estos dos amigos, hoy coordinadores, peregrinan con María hacia Luján: ella siempre en el grupo de la Imagen (como enfermera), y él, al principio como uno más, para luego acoplarse como encargado de prensa, pero ambos presentes en todas las ediciones de esta manifestación de fe.
En estos años, han atesorado miles de anécdotas, pero les pedimos dos, a lo que Mario nos comenta que a mediados de los 80, les tocó caminar baja una lluvia torrencial, de manera tal que las calles se inundaron, y hasta entró agua en los subsuelos de la basílica, y ellos exhaustos e incomunicados, no podían llegar:
“Llovía tanto –dice Mario- que caminábamos con el agua por las rodillas, y nos sacábamos las camperas para cubrir la imagen, que es de yeso, pero como siempre, la ayuda llegó: en esa época el apoyo lo daba el ejército argentino, con sus camiones y tiendas de campaña, y de uno de los puestos, vinieron los soldados y nos llevaron la imagen hasta la basílica”
“Cuando llegamos –interviene Eva- se sorprendieron porque ya no nos esperaban, y había comenzado la misa. Mons. Aramburu, que estaba oficiando, detuvo la celebración, y bajó del altar a darnos una bendición especial entre toda la gente”
Pero la anécdota que nos asombró, la contó Eva: vamos a escucharla:
Ayer y hoy:
Le preguntamos a Eva y a Mario, coordinadores del grupo que lleva la Imagen Cabecera en las peregrinaciones a Luján, cómo se organizaban las primeras procesiones, y esto nos contaba Mario:
“En los primeros años, la imagen era la que guiaba: se salía alrededor de las 14, con arribo a las 8 de la mañana siguiente, hora de la misa, y como la ruta no estaba cortada, íbamos cortando nosotros, para que la gente pudiera pasar”
Hoy en día, la cantidad de gente que camina, y la variedad de horarios de salida, desde distintos puntos del recorrido, harían imposible que esto pudiera seguir haciéndose de esa manera, lo que derivó en cambiar la hora de partida de la IMAGEN CABECERA, y tener más organizado el trayecto de este servicio.
El recorrido es largo, son unos 60 kilómetros, lo que obliga a hacer varias paradas en ruta: Morón es la primera
Un Mensaje a Morón:
Al salir de nuestra ciudad, el protagonismo lo toman las mujeres, ya que son ellas las que trasladan las andas hasta la siguiente parada, y obviamente es Eva quién se anota con el primer turno:
“En Morón agarro la casita de “la Madre” como le digo yo, y ella me da fuerza para llevarla todo el tiempo. Igualmente, en todo el camino le ofrecemos a la gente que se acerca, que la lleve un ratito, ya que nos encanta compartir este hermoso servicio con todos nuestros hermanos que caminan”
“El grupo nuestro es de 20, 25 personas – acota Mario – y también nos vamos turnando para llevarla, ya que con los adornos y la base, tiene un peso importante. Ni te cuento el año que se rompió un palo y le tuvimos que poner un caño de gas que compramos en el camino”
La merienda es en Merlo, en la capilla Ntra Sra del Buen Camino, donde una merienda los espera y la devoción de los fieles está presente en el rezo del rosario, o simplemente en la veneración de María.
Luego viene un alto cortito en La Reja, y finalmente, en Gral Rodriguez, la parada más larga del trayecto (una hora y media aproximadamente), donde es Eva quien tiene el mayor trabajo: curando ampollas, haciendo masajes, y controlando la presión de sus compañeros, ejerciendo su función de enfermera profesional.
Antes de despedirse, nuestros amigos nos dejan un mensaje a los fieles de Morón:
El último tramo
Desde Rodriguez, salen alrededor de las 2 de la madrugada, luego de una “cena” liviana, y ya caminando entre poca gente, dado que muchos grupos salen temprano, y llegan antes que ellos,.
Entre de los pocos que les “hacen el aguante”, están los chicos del puesto 44 de La Plata, en el primer puente, donde toman algo caliente y encaran el final del camino.
Sin embargo, la llegada a la ciudad de Luján, pasando el escudo, es lenta y cansadora, ya que es el tramo donde se sabe que uno está llegando, pero no llega nunca… hasta que llega.
Y la imagen cabecera preside la misa que comienza en ese momento, donde generalmente los están esperando, para que esa imagen peregrina, salida desde el origen de esta procesión, allá por octubre de 1975, y que custodia, acompaña y fortalece a los caminantes, sea la que dé la bendición a su devoto pueblo, un pueblo que necesita su amor, su compasión, su escucha.
Un pueblo que hoy le pide:
“MADRE, DANOS FUERZA PARA UNIRNOS COMO HERMANOS”