En una emotiva ceremonia que tuvo lugar en la parroquia Inmaculada Concepción del Buen Viaje, Catedral de Morón, fue ordenado sacerdote el pbro. Hernán Acosta. El lema escogido para la celebración fue «Amó a la Iglesia y se entregó por Ella». Acompañaron al Obispo de Morón Jorge Vázquez los obispos monseñor Eduardo García (San Justo), Jorge Torres Carbonell (Gregorio Laferrere), y Oscar Miñarro (auxiliar de Merlo-Moreno). También gran parte del clero de Morón y su familia. Debido a las medidas preventivas por la Pandemia, las comunidades acompañaron al nuevo sacerdote vía streaming.
Junto a Hernán, durante toda la celebración, se encontraba la Virgen del Buen Viaje, que había descendido para peregrinar por la diócesis con motivo de la celebración de la Inmaculada Concepción. «Hoy salió. Por eso, se queda cerca tuyo. Y esto significa mucho para vos. Significa que tu sacerdocio, más como vos lo sentís, está profundamente ligado a la Virgen», le expresó monseñor Vázquez durante la homilía. Asimismo, lo invitó a ser «profeta de Esperanza», «construir la reacción de la Esperanza». «Y si hay algo que tiene que testimoniar un cura, es la Esperanza que no defrauda, la que no falla, la que viene del Amor de Dios que se derramó en nuestros corazones», pidió, y citó al cardenal Eduardo Pironio diciendo «la Iglesia es pueblo de Dios que peregrina unido, comunidad de Esperanza que camina hacia el Señor». «En este camino de Esperanza, te acompaña la virgen, la Virgen del buen Viaje, Ella estará siempre a tu lado, aunque atravieses oscuras quebradas», completó.
«La Iglesia de Morón quiere asumir la opción preferencial por los pobres, también una opción misionera capaz de transformarlo todo, en sintonía con lo que el papa francisco nos plantea en en Evangelii Gaudium. Queremos ser una Iglesia servidora de la gente, como decía Pironio, desligada de todo poder temporal, y audazmente comprometida con la liberación de todo el hombre, y de todo los hombres», propuso. También recordó que su identidad como sacerdote de Morón está arraigada en la Purísima del Buen Viaje, y le recordó que puede decir como el Negro Manuel «Soy de la Virgen nomás».
También recordó al ilustre sacerdote de Morón Juan Presas, al que definió como «cura de Morón por excelencia», que decía «ser cristiano, es embromarse por los demás. Si se sube al colectivo hay que dejar el asiento, porque seguimos a aquel que se embromó por todos. jesús en la cruz, se embromó por todos. por eso el sacerdote es el que se embroma por todos. Esto significa, amar como Jesús amó».
Homilía del Obispo
Ante todo, doy una calurosa bienvenida a mis hermanos obispos aquí presentes, quienes han querido compartir con nosotros este momento trascendente para nuestra Iglesia de Morón. Son los obispos Eduardo de San Justo, Jorge de Laferrere y Oscar auxiliar de Merlo-Moreno. Somos los obispos del oeste del conurbano bonaerense, en los orígenes éramos una sola diócesis. Gracias hermanos por estar aquí.
También quiero dar la bienvenida a la familia de Hernán, a sus papas, a su hermano, cuñada, sobrinos y a los familiares que han venido de la provincia de Santa Fe.
Saludo también, con mucho cariño, a los sacerdotes que hoy cumplen su aniversario de ordenación, el P. Arturo Fernández, el P. Pablo Aguilar, el P. Rodrigo Durini y el P. Carlos Otero.
Nos sentimos particularmente bendecidos por la presencia de ustedes y queremos en este día de la Inmaculada, unidos a Ella cantar la grandeza del Dios que nos salva.
Querido Hernán, hace apenas tres meses en esta Catedral, Santuario de la Inmaculada Concepción del Buen Viaje, en el dia de la Natividad de la Virgen nos encontrábamos para celebrar tu ordenación diaconal.
Hoy, en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción en este mismo lugar, en la casa de la Purísima, serás ordenado presbítero. Lo hacemos en un contexto especial de gracia marcado por la presencia de la Virgen, ya que culminamos el año mariano nacional y diocesano en esta solemnidad de la Inmaculada Concepción.
No podemos ignorar tampoco, el hecho tan significativo de estar viviendo el tiempo fuerte del Adviento que nos invita a caminar en la esperanza. Tiempo fuerte, en el que la presencia y la figura de María como prototipo de una Iglesia en camino, nos anima a ser, en estos momentos duros, profetas de esperanza.
Si hay algo que tiene que testimoniar un sacerdote es la esperanza que no defrauda, la que no falla: “porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado”(Rm 5, 5).
La Iglesia, decía el Cardenal Pironio, (a quien recordamos especialmente en el centenario de su nacimiento ocurrido el 3 de diciembre de 1920) es“ Pueblo de Dios, que peregrina unido, comunidad de esperanza que camina hacia el Señor” (Pironio, E, Queremos ver a Jesús, Ágape, Buenos Aires, 2009, 291).
Hernán: sin duda en este caminar en la esperanza te acompaña la Virgen, Ntra. Señora del Buen Viaje. Ella estará a tu lado, aunque atravieses en la vida oscuras quebradas (cfr.Salmo 22)
No podemos ignorar, tampoco, los tiempos que vivimos a partir de este acontecimiento crucial de la historia humana: la pandemia del Covid 19, que nos desafía como sociedad y por supuesto como Iglesia. No olvidemos que somos pueblo de Dios peregrino, compartiendo los gozos, los dolores, los fracasos, las luchas de la gente, la esperanza de los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Especialmente haciendo nuestros, los padecimientos de tantas personas que han sufrido y sufren la enfermedad sobre todo de los que mueren en soledad. Nosotros como sacerdotes queremos compartir este Cáliz, que es también el de Jesús.
Con María, portadora de esperanza
El Cardenal Pironio le decía a los sacerdotes: “Si hay algo que hoy necesitan compartir y predicar los sacerdotes es la esperanza. ¡Qué bien hace en la Iglesia un sacerdote que irradia serenidad interior, alegría pascual y esperanza inconmovible” (Pironio, E, A los sacerdotes, la alegría de la fidelidad, 153).
La Iglesia en la Argentina en este año Jubilar Mariano Nacional ha proclamado a María como Madre del pueblo y esperanza nuestra. Con María la iglesia en Argentina quiere ser servidora de la Esperanza.
Querido Hernán al contemplar a nuestra Madre, la Purísima del Buen Viaje, descubrirás en su rostro la esperanza de este pueblo, de los pobres, los niños, los ancianos, los enfermos, los jóvenes. Ella te invita a que como sacerdote te hagas cargo de esa esperanza, que te conviertas en servidor de la esperanza del pueblo.
Servidor de la esperanza en esta Iglesia de Morón
He leído alguna vez que Jesús fue un creador de esperanza, sus gestos, sus palabras, su actuar, su vida, su muerte hicieron siempre presente la esperanza. La Resurrección es la prueba definitiva de que Jesús es la esperanza (carta para la Pascua 2019).
“El sacerdote es ante todo un hombre de esperanza. Un hombre con mirada esperanzada, no con mirada entristecida, con mirada de fracasado, con mirada escéptica, con mirada de alguien que vuelve atrás y huye de la Cruz” (misa Crismal 2019).
Hernán serás servidor en la Iglesia de Morón en la que intentamos caminar juntos como comunidad de esperanza. Somos la Iglesia del camino, la posta de los caminantes porque somos la Iglesia de la ermita donde se encuentra descanso, alivio en las penas, se sanan las heridas y se restauran las fuerzas”. (Homilía –Ordenación diaconal 8/9/2020).
Esta Iglesia de Morón camino y posta es lugar privilegiado de encuentro de la Virgen con su pueblo. Yo diría que es un misterio de amor que nos regala la ternura materna de un Dios que tiene entrañas de misericordia.
La Iglesia de Morón comunidad de los que caminan en la esperanza, quiere ser portadora de la alegría del evangelio, actualizando así el misterio de la Visitación de María.
La Iglesia de Morón quiere asumir la opción pastoral preferencial por los pobres, y una opción misionera capaz de transformarlo todo en sintonía con lo que el Papa Francisco nos plantea en la Evangeli Gaudium.
Queremos ser una Iglesia servidora de la esperanza de la gente: “desligada de todo poder temporal y audazmente comprometida con la liberación integral de todo el hombre y de todos los hombres, como decía Pironio en los tiempos del postconcilio Medellín y San Miguel”
Para esta Iglesia serás ordenado sacerdote y esto marca tu camino de cura de Morón. Tu identidad, querido Hernán está arraigada en la Purísima del Buen Viaje: “sos de la Virgen nomás”.
Amas a esta Iglesia y te entregas por ella, este es el lema de tu ordenación: “Amó a la Iglesia y se entregó por ella” (Ef. 5, 25). Así lo hizo Jesús y por eso tu vida de sacerdote prolonga la historia de amor de Dios con su pueblo.
Hernán sos un cura de Morón, que es parte de este conurbano bonaerense del oeste que mira a Luján.
El amor a esta Iglesia concreta convierte tu vida en una continua entrega haciendo de la misma un don, que no es solo una idea, sino que se encarna en los gestos, en las actitudes, en la acción, en la misión, en definitiva en la vida.
Quiero recordarte unas palabras del cura de Morón por excelencia que se llamó Juan Presas, decía algo así: “ser cristiano es embromarse por los demás. Si se sube al colectivo hay que dejar el asiento al otro. Porque seguimos a aquel que se embromó por todos. Jesús en la cruz se embromó por todos. El sacerdote es el que se embroma por todos”. Esto significa amar como Jesús amó, esta es tu vocación amar hasta el extremo (Jn 13,1).
La vida de este cura estuvo totalmente ligada y dedicada a la Virgen, en su advocación de Nuestra Señora del Buen Viaje y sobre de todo de Luján. Decía en su homilía del 60 aniversario de su ordenación: “es una gracia incomparable, no merecida, que hasta el fin de mis días haya podido estudiar y predicar a Nuestra Señora, en su tan querida devoción de la Pura y Limpia Concepción del Río Luján, Madre y Patrona del Pueblo Argentino”.
Qué el padre Juan sea un estímulo para tu ministerio sacerdotal, un maestro, un guía y un ejemplo.
Termino con las palabras del Angel a María en la Anunciación, aplicándolas al hoy de tu vida como dichas para vos.
Alegráte abrí el corazón al don. Dios está con vos y te plenifica con su gracia. Te comunica el Espiritu que te consagrará sacerdote, el mismo Espíritu que cubrió a Maria con su sombra, obrando así la Encarnación en su seno virginal.
Alegrate y no tengas miedo dejálo hacer al Espiritu no opongas resistencias, aunque no seas digno, tengas muchas fragilidades y muchos pecados. No dejes que se insinúe en tu corazón el pensamiento sutil que pueda hacerte creer que alguito podes merecer. No te la creas, no seas nunca ingrato y acepta el regalo, el don para que se haga carne y habite entre nosotros.
Pronuncia hoy tu Si, junto a María sin miedo, porque no hay nada imposible para Dios. Esto genera esperanza
Pronuncia con María el Si , que en la Anunciación se define a sí misma como la “Servidora del Señor” Tu Si es el Si del servidor que acoge y encarna como María en su vida la Palabra.”Hágase en mi”: apertura y disponibilidad total para que el Espíritu te configure con Cristo y su misión. “El Espíritu te consagra para llevar la buena noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la liberación y la vista a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos” (LC 4,18-20)
Qué la Virgen del Buen Viaje te acompañe en el caminar de tu vida de cura, te cuide y te alcance la gracia de amar cada día más a esta Iglesia concreta, de rostros concretos entregándote a ella por entero.
¡Qué seas muy felíz!