Con mucho esfuerzo, la Colectividad Boliviana de Morón Sur ha construido su casa comunitaria cerquita de la Base Aérea, en Cucha Cucha 530, en territorio de la Parroquia Nuestra Señora de Luján. Junto a ella, erigió una Capilla para recibir y entronizar a su Madre, la Patrona de Bolivia, la Virgen de Copacabana. Una historia en la que el actual párroco, P. Hugo Lagoria ha tenido mucho que ver, y a la que hoy se suma el Diácono Vicente Herrera, originario de la mencionada colectividad.

El 4 de agosto, la comunidad recibió por primera vez la visita del Obispo Jorge Vázquez, quien fue recibido con gran cordialidad. “Somos un mismo pueblo”, les dijo. “María une a los pueblos latinoamericanos y nos hace peregrinos, nos ayuda a caminar y nos acompaña con sus distintas advocaciones, Luján, Itatí, Caacupé, Guadalupe, Cochabamba. Qué importante es su presencia como Mamá, el que tengamos una Madre. Dios es padre y madre ¿Saben por qué? Porque es infinitamente misericordioso y nos ama intensamente”, subrayó.

El Padre Vázquez señaló que al llegar a los pies de María, nos ponemos en sus manos como una ofrenda, nos ofrecemos, le abrimos el corazón. Nos presentamos ante la Virgen para que ella nos presente a Dios. En esta ofrenda va toda nuestra vida, nuestras súplicas, nuestras ilusiones. Ella siempre está a nuestro lado y así, podemos caminar.

Además, Copacabana es la advocación mariana de la Virgen de la Candelaria. Las velas representan la luz, la luz de la fe que ilumina nuestras vidas. María nos ayuda a mantener viva esa fe, explicó el Obispo de Morón, quien recibió varios presentes de parte de la comunidad y la comisión directiva. Entre ellos, un awayo, con el que le revistieron cruzado como símbolo de compromiso a seguir caminando y acompañando al pueblo fiel de Morón, tal como lo expresa en su convocatoria: ¡Caminemos juntos!