Introducción

San José fue un hombre de sueños. La sagrada escritura nos muestra cómo el señor le hablaba a través de sueños de sus planes para la salvación del mundo por medio de Cristo. Vamos a  adentrarnos en el corazón de este hombre entregado al señor y su voluntad  y como se animó a seguir desde estos sueños este plan tan maravilloso de enviarnos a su propio Hijo haciendo que se encarne en el seno de la virgen María y siendo uno de nosotros nos salvara dándonos vida y vida abundante.

San José será parte fundamental de este plan, un elegido por el padre eterno para ser esposo de María la Madre del señor y hacer de padre de su propio hijo pidiéndole que lo adoptase.

Oración a san José para todos los días:

 

*Para rezar la Novena se necesita que se tenga una estampa o estatua de San José, tanto se la reza personalmente como grupalmente. Tanto si se reza en grupo como individualmente conviene seguir este esquema: Cada día se lee la introducción luego se hace la señal de la cruz y la oración para todos los días a San José y se prosigue con la propuesta de cada día. 

1ER DIA: San José un hombre soñado por Dios

 

Todo hombre que viene a este mundo ha venido  por voluntad divina más allá del tiempo de su peregrinación en esta tierra. Y además sabemos por la revelación que los hombres tenemos una gran vocación o llamada: Ser hijos de Dios y viviendo como hijos ser felices y fecundos… Por su puesto, esta felicidad y fecundidad no tiene que ver solamente con nuestra peregrinación aquí en esta historia terrena sino con el camino completo ósea hasta participar de la gloria de nuestro Padre en el cielo, ahí y solo ahí se completara nuestro destino de felicidad y fecundidad.

El plan divino tuvo como objetivo que el Hijo eterno, Dios de Dios y luz de luz para mostrarnos el amor infinito del Padre viniera a vivir o convivir con nosotros como un hermano dándonos así la gracia de ser en el hijos de Dios.

Y para que el Hijo de Dios pudiera compartir nuestro peregrinar como hombre necesito de una familia y no solo una Madre terrenal sino un Padre.

Por tanto ese padre que necesitaría para su Hijo fue un hombre soñado desde todos los tiempos y eso quiere decir buscado, amado un elegido…. Cuanta habrá sido la alegría con su nacimiento en la historia en su pueblo Israel y cuanto habrá querido que llegara el momento de preguntarle si quería recibir a ese Hijo que se hacía hombre y a su  Madre…

Un hombre que Dios necesitaba que le diera su sí… Si a su voluntad de amor, si a la vida de su Hijo Jesús y si a su Madre.

Leemos la lectura de la apalabra de Dios

Primera Carta de san Pedro 1: 3-9.

“Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su gran misericordia, nos hizo renacer, por la resurrección de Jesucristo, a una esperanza viva,  a una herencia incorruptible, incontaminada e imperecedera, que ustedes tienen reservada en el cielo.  Porque gracias a la fe, el poder de Dios los conserva para la salvación dispuesta a ser revelada en el momento final.  Por eso, ustedes se regocijan a pesar de las diversas pruebas que deben sufrir momentáneamente: así, la fe de ustedes, una vez puesta a prueba, será mucho más valiosa que el oro perecedero purificado por el fuego, y se convertirá en motivo de alabanza, de gloria y de honor el día de la Revelación de Jesucristo.  Porque ustedes lo aman sin haberlo visto, y creyendo en él sin verlo todavía, se alegran con un gozo indecible y lleno de gloria,  seguros de alcanzar el término de esa fe, que es la salvación.”

Es Palabra de Dios / ¡Te alabamos Señor!

San José ha sido soñado por Dios y tendrá la dicha de vivir un vocación llamada par ser Papa nada más ni nada menos que del Hijo Eterno de Dios. Su fe puesta a prueba para decir si a su sueño, será para nosotros hoy más valiosa que cualquier cosa en esta tierra.

Jesús Niño tuvo un gran Papa en la tierra
¡Sea Alabado el Señor por San José!

Una confidencia del Papa Francisco

“Yo también quisiera decirles una cosa muy personal. Yo quiero mucho a San José. Porque es un hombre fuerte y de silencio. Y tengo en mi escritorio una imagen de San José durmiendo. Y durmiendo cuida a la Iglesia. Sí, puede hacerlo. Nosotros no. Y cuando tengo un problema, una dificultad, yo escribo un papelito y lo pongo debajo de San José para que lo sueñe. Esto significa para que rece por ese problema”…

Gesto orante: Repartimos unos papelitos para poner intenciones y acercarla a la imagen de San José.

Rezamos luego un Padre nuestro, un Ave María y un gloria.

2DO DÍA: San José y el sueño de Dios para su pueblo

 

*Leemos la introducción, rezamos la oración a San José para todos los días, luego seguimos con la propuesta del día.

Dios ha tenido un sueño para toda la humanidad…  Su sueño era y es todos los hombres vivan felices en esta tierra y en armonía unos con los otros y con todas la creaturas.

Como el hombre se alejó de Dios buscando ser el mismo su propio dios, perdió la gracia original y padeció la desesperación que le trajo esta actitud soberbia y la infecundidad de sus actos egoístas que lo llevo a la infelicidad. Pero Dios soñando con una humanidad que volviera a sus brazos misericordiosos llamo a unos hombres para que recomenzaran un camino de conversión a su amor y que nos daría a todos una salvación de ese destino oscuro.

Esos hombres fueron desde Abrahán y su mujer, hombres humildes y abiertos a vivir como hijos de Dios escuchando su Palabra,  que hoy es testimonio para nosotros en las sagradas escrituras.  Dios y estos hombres formaron un pueblo que se llamó Israel,  un pueblo que tendría una misión: Unir en el a todos los pueblos de la tierra, compartiendo su fe y la gracia-vida de un Mesías Salvador, nacido de una mujer de ese mismo pueblo.

San José será el elegido para ser el esposo de esa mujer especial y agraciada y padre adoptivo de ese Mesías.

San José del pueblo creyente, del pueblo amado por Dios, del pueblo del Mesías de la nueva vida, del amor y perdón divino…

Escuchamos la palabra de Dios

Del Santo Evangelio según San Mateo 1: 20-21.

“Se le apareció en sueños un ángel del Señor, diciendo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque el Niño que se ha engendrado en ella es del Espíritu Santo. Y dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque El salvará a su pueblo de sus pecados.”

Palabra del Señor/ ¡Gloria a ti Señor Jesús!

Rezamos el Salmo 84

Y a cada estrofa repetimos la antífona: Señor: Con San José restauraste la suerte de Jacob, tu pueblo.

Señor, has sido bueno con tu tierra,
has restaurado la suerte de Jacob,
has perdonado la culpa de tu pueblo,
has sepultado todos sus pecados,
has reprimido tu cólera,
has frenado el incendio de tu ira.

Restáuranos, Dios salvador nuestro;
cesa en tu rencor contra nosotros.
¿Vas a estar siempre enojado,
o a prolongar tu ira de edad en edad?

¿No vas a devolvernos la vida,
para que tu pueblo se alegre contigo?
Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación.

Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos
y a los que se convierten de corazón».

El Papa Francisco pide que no se pierda la capacidad de soñar, la capacidad de abrirse al mañana con confianza, no obstante las dificultades que pueden surgir.

«No perder la capacidad de soñar el futuro: Cada uno de nosotros: soñar sobre nuestra familia, sobre nuestros hijos, sobre nuestros padres. Mirar como yo quisiera que anduviera su vida. También los sacerdotes: soñar sobre nuestros fieles, qué queremos para ellos. Soñar como sueñan los jóvenes, que son «descarados» en el soñar, y allí encuentran un camino. No perder la capacidad de soñar, porque soñar es abrir las puertas al futuro. Ser fecundos en el futuro».

Gesto orante: Cada uno de los que participan recibe un grano de sal gruesa y se lo invita a decir un sueño sobre el mismo, sobre su familia, sobre la patria, sobre la Iglesia y ofreciendo ese sueño al Señor, pone ese grano de sal en el salero.

Rezamos luego un Padre nuestro, un Ave María y un gloria.

3ER DÍA: San José y el sueño del Mesías enviado por Dios 

*Leemos la introducción, rezamos la oración a San José para todos los días, luego seguimos con la propuesta de todos los días.

Desde la creación del hombre, Dios se dispuso a ser su Padre, dador de vida, providente y misericordioso “El que hace  “salir su sol sobre malos y buenos y llover sobre justos e injustos.”  Este Dios que aun luego del pecado, no lo abandono a su suerte sino que previo un plan que tenía como centro enviarles a un salvador nacido de la misma humanidad y que fue su propio Hijo.

Este Mesías nacido como hombre y parte de un pueblo se haría solidario con toda la familia humana,

Trayendo departe suya, gracia y reconciliación para su condición débil y pecadora.

Como el plan de Dios era traer a este mundo a su Hijo como hombre, y que por tanto que compartiera la realidad humana en todas sus necesidades, padecimientos y esperanzas… Soñó que en ese plan fuese ayudado por hombres  y sobre todo por una Madre para ese hijo y a un Padre adoptivo y así pudiera ser criado, educado, contenido y custodiado en una familia.

Y además, que como tendría la misión de reconciliar al mundo con Dios, debía formarse, configurando su corazón a su misericordia divina. San José como Papa, ayudara a formar ese hombre con entrañas de misericordia: Atento y servicial, cercano y sin nada de prejuicios;  solicito por el bien y la alegría de los más desfavorecidos. San José lo encaminara con su fe y ejemplo en el camino de la justicia de Dios, Justicia que se hace manifiesta en “salvar lo que está perdido y dar la vida en rescate de muchos…”

¡Gracias San José por ayudar a formar con la asistencia del Espíritu, ese corazón de Jesús en la misericordia divina!

Escuchamos la Palabra de Dios

De la carta del Apóstol San Pablo a los cristianos de Galacia. 4: 4-5.

«Pero cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley, 5.para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos.»

Palabra de Dios/ Te alabamos Señor

Del Santo Evangelio según San Mateo 1: 24.

«José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa.»

Palabra del Señor/ ¡Gloria a ti Señor Jesús!

Nos dice el Papa Francisco:

“José escuchó al ángel del Señor, y respondió a la llamada de Dios a cuidar de Jesús y María. De esta manera, cumplió su papel en el plan de Dios, y llegó a ser una bendición, no sólo para la Sagrada Familia, sino para toda la humanidad. Con María, José sirvió de modelo para el niño Jesús, mientras crecía en sabiduría, edad y gracia”

Gesto orante:

Ponemos la imagen o estampa de San José al lado de una imagen o estampa de María y recordamos lo importante que fueron y son para nosotros y que hayan colaborado con tanta fidelidad y entrega al Señor formando con Jesús, la Sagrada familia.

Hoy recordemos también a todos los que como María y José hicieron mucho por nosotros.

Que hoy ya no están con nosotros y partieron al cielo…

A los Padres y familiares, a quienes  le debemos la vida, la fe y los valores que tenemos. A los que vivieron en el barrio y nos han ayudado y apoyado, y a los que en la Iglesia han dado muestra de caridad, misericordia y entrega y que se hicieron instrumentos de Dios.

Vamos a dar a todos unos papelitos y ponemos los nombres de estos seres queridos y si se quiere se los nombra en vos alta cunado lo depositamos en una canastita y se cuenta porque los traemos a la oración y que significaron o significan para nosotros…

Rezamos luego un Padre nuestro, un Ave María y un gloria.

4TO DÍA: San José y el sueño de los pobres de Dios 

*Leemos la introducción, rezamos la oración a San José para todos los días, luego seguimos con la propuesta de todos los días.

El Señor ha hecho siempre merecedores de amor providencial y bondadoso a todas sus criaturas y sin duda vela especialmente por aquellas criaturas más débiles.

Con la familia humana se comporta igual. Dios tuvo un especial cuidado por los que más necesitan de asistencia.

Nos ha enseñado en su Palabra que serán sus privilegiados (aunque algunos se ponga celosos).

Esto es entendible desde el punto de vista que Dios es un Padre que nos creó por amor y solo por amor y que el solo quiere dar y brindarse en amor.

Y que como enseñara después su Hijo,  está dispuesto a hacer de ese amor, misericordia aun con los desagradecidos y malos…

Dios ha querido que todos los hombres creados a su imagen y semejanza caminasen a su lado con la humildad de un niño pequeño que sabe que tiene que ser guiado (porque sin su Papa, nada puede)…

Hijitos que sepan pedir su gracia y aprendan de El a tener entrañas de misericordia, y que como hermanos se sepan entender, atentos con los que pasan necesidades.

Los pobres y marginados de la humanidad soñaran también el sueño de Dios, sueño que tiene un nombre: “Hermandad”.

San José fue un hombre sencillo y pobre pero soñador y esperanzado del Señor, que desde sus posibilidades enseñara al Hijo de Dios que todos y cada uno de su pueblo, aunque sean extranjeros, son sus hermanos y que

“la felicidad está más en dar que recibir”.

Gracias San José: Se nota que Jesús ¡Fue un hijo bien enseñado!

Escuchamos la Palabra de Dios

Del libro de Tobías 4: 5-7 y 18-19.

Consejos de Tobít a su hijo Tobías:

“Acuérdate del Señor todos los días de tu vida, hijo mío, y no peques deliberadamente ni quebrantes sus mandamientos. Realiza obras de justicia todos los días de tu vida y no sigas los caminos de la injusticia. 6 Porque si vives conforme a la verdad, te irá bien en todas tus obras como a todos los que practican la justicia.

Da limosna de tus bienes y no lo hagas de mala gana. No apartes tu rostro del pobre y el Señor no apartará su rostro de ti.

Pide consejo a las personas sensatas y no desprecies un buen consejo. En cualquier circunstancia bendice al Señor, tu Dios; pídele que dirija tus pasos y que todos tus caminos y todos tus proyectos lleguen a feliz término. Porque ningún pueblo posee la sabiduría, sino que es el Señor el que da todos los bienes: él humilla a quien quiere, hasta lo más profundo del Abismo. Hijo mío, acuérdate de estos preceptos, y que nunca se borren de tu corazón.”

Nos preguntamos desde la Palabra:

Que consejo de los que deja el Padre de Tobías, me parece más importante para mi vida de hoy.

Estos consejos que escuchamos de Tovít: ¿No se los habrá enseñado San José al niño y luego joven Jesús?

¿Porque sigue siendo importante soñar el sueño de la hermandad?

¿Qué puedo yo aportar?

El Papa Francisco nos enseña:

Ayudó a Jesús:

A crecer, a desarrollarse. Así buscó un lugar para que el hijo naciera, lo sanó, le ayudó a crecer, le enseñó el oficio: muchas cosas… En silencio. Jamás tomó para sí la propiedad de su hijo: dejó crecer en silencio”.

“Dejar crecer” sería la palabra que nos ayudaría mucho a nosotros que, por naturaleza, queremos meter la nariz en todo, sobre todo en la vida de los demás: ‘¿Y por qué hace eso?’, ‘¿Y por qué hace aquello…?’. Y comenzamos a hablar a la espalda. En cambio, San José “deja crecer, custodia, ayuda, pero en silencio”.

Gesto orante:

*Se da cada uno una hoja de un árbol cualquiera y se le hace esta comparación;

Si la humanidad fuera un gran árbol cada hoja podría ser un hombre. Miremos esta hoja en nuestras manos y digamos si podemos llegar a traer a la memoria a alguna persona que me necesita y que Dios lo confía a mis manos de alguna manera. Quizás en este mes alguien nos necesitó o nos necesita ahora.

Si esas personas están ante nuestros ojos decimos sus nombres y que necesidad vi y que puedo remediar…

Luego de nómbralos, repetimos: Señor ayúdanos a compartir como hermanos y a no ser indiferente con el sufre.

Rezamos luego un Padre nuestro, un Ave María y un gloria

5TO DÍA: San José y el Sueño de servir a Dios a través de una familia

*Leemos la introducción, rezamos la oración a San José para todos los días, luego seguimos con la propuesta de todos los días.

Desde la creación del Hombre, la familia ha sido y será lo más importante en cuanto al fin y razón de su vida.

“No es bueno que el hombre este solo.” Pensara en vos alta nuestro Dios al crear al primer hombre varón, por eso la familia debe estar en el horizonte y camino de cada varón y mujer…

La Familia tiene como base el matrimonio y los hijos pero también hay y existirán los que no se casan pero viven y son parte de una familia y cumplen un rol o una misión también, tíos por ejemplo.

Otras personas que no siendo de lazo de sangre, por adopción o por algún tipo de amistad terminan por ser parte de la familia.

De acuerdo a los que Dios quiera de cada uno, todos estamos llamados a formar una familia de sangre o espiritual… Y hay muchas maneras de participación y en ellas de realización.

En la familia se concreta su vocación de ser creados  a la imagen y semejanza de Dios, ya que por la revelación de nuestro Señor Jesucristo, nuestro Dios que nos creó, son una familia a la que llamamos Santa Trinidad: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Una Familia divina que vive en el amor, atento y pendiente uno del otro… Trinidad familia que estamos llamados a imitar con la ayuda de su gracia.

San José estará llamado a formar una familia pero con rasgos especiales. Su esposa María será la elegida para que trajese al mundo como bebe al Hijo de Dios y el tendrá la misión de criar y custodiar a ese niño como propio.

Después en su pueblo Nazaret dirá la gente contemplando a Jesús en su ministerio público:

“-¿No es el hijo de José?…”

¡Qué corazón grande tuviste San José y como abrasaste con tanta entrega esa vocación a la familia!

Escuchamos la Palabra de Dios

Del Santo Evangelio según San Mateo, 1: 16, 18. Y 22-23.

«Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo.

Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo.

Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: «Dios con nosotros».»

Es PALABRA DEL Señor / ¡Gloria a Ti Señor Jesús!

Nos habla y enseña el Papa Francisco:

Hoy nuestra mirada sobre la Sagrada Familia nos deja atraer también por la sencillez de la vida que ella conduce en Nazaret. Es un ejemplo que hace tanto bien a nuestras familias, las ayuda a convertirse cada vez más en comunidad de amor y de reconciliación, en la que se experimenta la ternura, la ayuda recíproca, el perdón recíproco.

Recordemos las tres palabras clave para vivir en paz y alegría en la familia: “permiso”, “gracias”, “perdón”. Cuando en una familia no se es entrometido, cuando en una familia no se es entrometido y se pide permiso, cuando en una familia no se es egoísta y se aprende a decir gracias, gracias, y cuando en una familia uno se da cuenta de

que ha hecho algo malo y sabe pedir perdón, ¡en esa familia hay paz y hay alegría!

Recordemos estas tres palabras. Pero podemos repetirlas todos juntos.

¡He! Permiso, gracias, perdón. Todos: Permiso, gracias, perdón.

Gesto orantes: Si se quiere o se puede se escriben en carteles, las tres palabras que sugiere el papa como actitudes que ayudan a una buena, sana y gratificante convivencia familiar y por qué no comunitario eclesial. “permiso”, “gracias”, “perdón”

Y nos preguntamos: ¿Qué palabra de estas tres hoy me ayudan o me pueden ayudar en mi vida familiar o de grupo comunitaria? Compartimos

 Rezamos por nuestras familias y por los que quieren tener algún lazo de amistad o de hermandad con nosotros.

Luego terminamos con nuestras oraciones principales: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

 

6TO DÍA:  San José y el cumplimiento de los sueños de Dios para con Él y su pueblo

*Leemos la introducción, rezamos la oración a San José para todos los días, luego seguimos con la propuesta de todos los días.

En La plenitud de los tiempos Dios cumplió con su sueño más importante y envió a su Hijo para que naciendo de la Virgen María viniera al mundo para salvarnos. San José siendo su colaborador como padre adoptivo, será un testigo privilegiado.  El vera con sus propios ojos la trascendencia de este acontecimiento para él y su pueblo. Con el nacimiento de Jesús reinara la alegría de un Dios que muestra su amor para todos sin exacción.

Hombres, varones y mujeres llamados a abrazar el amor incondicional del Señor en ese bebe celestial y que podrá ser tomado de los brazos de su Papa adoptivo.

Dios se entrega de una manera admirable en él bebe Jesús y se hace cercano y accesible especialmente con los pobres y pequeños del pueblo.

¡Ha venido a la tierra el Mesías de Dios y Dios no nos defrauda con sus sueños!

¡Gracias San José por creer y confiar en los sueños de nuestro Dios, lleno de amor y misericordia por su pueblo!

Escuchamos la Palabra de Dios

Del Santo Evangelio según San Lucas 2: 4-11.

“Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta.

Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.

Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.

Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.

Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:

Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es MESÍAS, el Señor.”

Es Palabra del Señor / ¡Gloria a Ti Señor Jesús!

 

Nos ayuda a profundizar el misterio del nacimiento del salvador nuestro Obispo Jorge en su carta de Navidad del año 2019

Profundizando en el misterio de la noche de Belén nos damos cuenta que en el Niño que llora, en ese Niño frágil y pobre está Dios que nos dice sí a todos, que nos expresa su amor eterno. En ese niño, que es el “Verbo encarnado”, se esclarece el misterio del ser humano GS 22) y encontramos la clave de la felicidad.

El sí de Dios como respuesta de amor desinteresado e incansable al hombre y al mundo, nos va revelando en qué consiste ser feliz, y cómo para serlo verdaderamente es necesario salir de nosotros mismos para abrirnos a los demás.

Ese sí es, también, la “respuesta de Dios hoy para nuestro pueblo que anhela y espera, unidad, entendimiento, respeto y tolerancia, justicia e inclusión” (Mensaje de Navidad 2019 de la Comisión Ecuménica de Iglesias cristianas en Argentina). Es el sí de Dios a un pueblo hambriento de paz y de justicia, cansado de grietas. El recién nacido en Belén es puente que une, no sabe de muros y grietas.

Gesto orante: Si podemos, ponemos en la mesa dos flores que simbolizaran la fe y la confianza de San José.

José, el hombre fiel y justo que ha preferido creer al Señor en lugar de escuchar las voces de la duda y del orgullo humano. Nos enseña el Papa Francisco

Juntos rezamos esta oración repitiendo frase por frase:

Te pedimos San José que nos ayudes especialmente a alabar al Señor

por ese Niño que tuviste en tus brazos

que es nuestro Salvador.

Que seamos como vos

profundamente  creyentes y confiados

en los sueños de Dios. Amen

Acercamos nuestras intenciones y rezamos el Padre nuestro, el Ave María y el Gloria.

 

7MO DÍA: SAN JOSÉ Y EL SUEÑO VOCACIONAL DE SU HIJO ADOPTIVO

*Leemos la introducción, rezamos la oración a San José para todos los días, luego seguimos con la propuesta de todos los días.

Quizás lo más hermoso en la vida familiar o fraternal será ayudar a que otro descubra su propio camino vocacional. Todos los hombres tenemos una vocación común que puede resumirse de esta manera: Vocación a ser familia e Iglesia.

San José tuvo su vocación especial dentro de este marco general (Esposo y Papa adoptivo), y la vivió con generosidad y entrega. Respeto la vocación especial de su Esposa como Mama del Hijo de Dios y solo de Él. Pero luego respeto la llamada propia de su Hijo adoptivo. Con un espíritu orante y paciente y silencioso. Observo lo que le atraía a  Jesús en la vida y le iba pareciendo más importante. Aunque todo padre tiene un sueño para su hijo, este respeto el sueño vocacional de Aquel que le fue confiado de parte del Señor.

Nadie puede decidir la vocación del otro, cada uno tiene un especial camino y la forma de transitarlo. Si, podemos ayudar, o dar consejos, contener,  aportar alguna corrección… pero no cambiar el camino del otro… No somos Dios para pretender algo así y de hacerlo corremos el peligro de que esa persona de no alcance la felicidad y plenitud en la vida.

Escuchamos la Palabra de Dios

Del Santo Evangelio según San Lucas 2: 40-52.

“El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él.

Jesús entre los doctores de la Ley

Sus padres iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre,  y acabada la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta.  Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos. Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él.

Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas.

Y todos los que lo oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas.  Al verlo, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: «Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados».  Jesús les respondió: «¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?». Ellos no entendieron lo que les decía.

Él regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su corazón. Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia delante de Dios y de los hombres.”

Es Palabra del Señor / ¡Gloria a Ti Señor Jesús!

 

Observamos entre otras cosas en este relato como Jesús es vinculado una y otra vez a vivir la tradición de fe de su pueblo gracias a María y a José. Pero especialmente notamos es esta actitud del joven Jesús, al quedarse en el templo que se sentía llamado a estar en ese lugar porque lo vivía como la casa de su Padre Dios y en verdad lo era.

Y al escuchar y hacer preguntas a los maestros de la ley descubrimos que él se da cuenta que tiene que ocuparse del cosas de ese Padre Dios, que es vivir y anunciar la Palabra y convocar a su pueblo y a otros hombres de otros pueblos a formar su Iglesia, la Iglesia de Dios que hoy llamamos Iglesia Católica.

San José luego de buscarlo con María, al encontrarlo en esta actitud no lo retara, o sea no se apresurara a hacer un juicio… tratara de escucharlo y comprender que es lo que quiere y siente que es lo suyo.

Que Grandeza la de San José (Como de la de María) al respetar la vocación-camino del Hijo de Dios (Aunque no entendieran).

Será lo mejor que ante el misterio del camino del otro, intentemos llevarlos al corazón para rezar por ellos y disponernos a ser testigos del obra de la providencia y misericordia de nuestro Dios en sus designios vocacionales.

 

Gesto Orante: Hoy rezaremos por lo que están llamados a una especial vocación o sea a la vida consagrada o sacerdotal.

Tomamos cada uno una velita incendiada y rezamos pidiendo que Dios les de su luz y fortaleza para escuchar su llamada y para responder con generosidad. Pidamos por nuestros seminaristas.

Rezamos un Padre nuestro, un Ave María y un Gloria.

8VO DÍA: SAN JOSÉ Y EL SUEÑO DE LA COMUNIÓN TOTAL CON DIOS EN CRISTO

*Leemos la introducción, rezamos la oración a San José para todos los días, luego seguimos con la propuesta de todos los días.

 

El sueño de Dios es que “todos sean uno” en la Iglesia y que en esta comunión tengan Vida en abundancia.

Jesús el Hijo de Dios será el medio para alcanzar esta comunión deseada tomando la condición de servidor y sacrificándose por todos.

Contemplemos  la vida de Jesús como Mesías que tendrá tallada esta condición de servidor gracias a la formación de sus padres y por su opción personal.

San José se muestra en la escritura como un buen siervo del Señor que sabe sacrificar su vida para que Dios realice sus sueños, dejo su plan de formar una familia como todos para formar una familia especial consagrándose por entero a ese hijo adoptivo, su Dios y Señor.

Jesús tubo un modelo en San José, el será como su padre adoptivo abierto a la necesidad de su prójimo, dispuesto a solidarizarse y a no tener reparo de lavar los pies.

Por eso a la hora señalada, a la hora del sacrificio y de la cruz, exclamo con el salmo “Aquí vengo para hacer tu voluntad”.

¡Gracias San José por ese ejemplo de siervo sacrificado que le mostraste (en toda tu vida) a Jesús, tu hijo adoptivo dejando huella en el!

La Iglesia gozara de esa comunión con Dios y como hermanos, gracias Cristo a que asumió esa condición de servidor muriendo en la cruz por todos.

 

Escuchamos la Palabra de Dios

Del Santo Evangelio según San Juan 13: 6-9 y 12-17.

«Cuando se acercó a Simón Pedro, este le dijo: «¿Tú, Señor, me vas a lavar los pies a mí?». Jesús le respondió: «No puedes comprender ahora lo que estoy haciendo, pero después lo comprenderás». «No, le dijo Pedro, ¡tú jamás me lavarás los pies a mí!». Jesús le respondió: «Si yo no te lavo, no podrás compartir mi suerte». «Entonces, Señor, le dijo Simón Pedro, ¡no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza!».

Después de haberles lavado los pies, se puso el manto, volvió a la mesa y les dijo: «¿Comprenden lo que acabo de hacer con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor; y tienen razón, porque lo soy. Si yo, que soy el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros. Les he dado el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes. Les aseguro que el servidor no es más grande que su señor, ni el enviado más grande que el que lo envía. Ustedes serán felices si, sabiendo estas cosas, las practican.»

Es Palabra del Señor / ¡Gloria a Ti Señor Jesús!

 

Hoy pidamos la gracia de la conversión para que seamos todos buenos servidores de Cristo como San José, para ello nuestro Obispo en la carta de Cuaresma de este año 2020 nos invita a abandonar actitudes que no ayudan a vivir evangélica y santamente.

Los invito a dejar las actitudes autoritarias y prepotentes, y a convertirnos en humildes servidores; a desechar el poder mundano que nos lleva a querer apropiarnos de las cosas, de las personas, de las instituciones, de las comunidades, etc. Y esto también corre para el obispo, que no debe ser más que un servidor y un administrador. No olvidemos que los bienes y el dinero que manejamos no son nuestros.

Los invito también a que asumamos el criterio de solidaridad, abandonando toda actitud egoísta respecto del dinero y de los bienes…

Gesto orante: Ponemos un cartel con la frase: Cristo necesita servidores disponibles y entusiastas

Miramos la frase y le pedimos que nos ayude San José a ser buenos servidores del Señor y pensamos y compartimos  a quien hoy estaría bueno que le dé una mano, dispuestos a servirlo con caridad y misericordia…

Rezamos por nuestras intenciones y luego un Padre nuestro, un Ave María y un Gloria.

9NO DÍA: SAN JOSÉ Y EL SUEÑO DE DIOS DE HACERLO PATRONO DE LA IGLESIA, PARA QUE ESTE A SU CUIDADO COMO DE LO HIZO CON  SU HIJO ADOPTIVO.

*Leemos la introducción, rezamos la oración a San José para todos los días, luego seguimos con la propuesta de todos los días.

La Iglesia se hace eco de los sueños de Dios por el Santo Espíritu y sabe que guiándose en ellos puede peregrinar segura como su familia.

En un momento de la historia, la Iglesia en la persona de un Papa Pio IX, vio claramente que San José es un modelo de creyente y servidor, pero que luego de la Virgen María, él es nuestra mejor esperanza” (Pio IX), con su intercesión y cuidado, porque su gran corazón de Padre no defraudo a Jesús y su Madre Y no nos defraudara a nostros.

Queremos celebrar su día, el día que la Iglesia dese la liturgia, dispuso honrar su nombre, historia y ejemplo…

Celebramos a un hombre que se jugó por Dios desde su familia y con su familia por el pueblo y su salvación.

Estos son los valores del corazón de San José que animan y fortalecen el camino a seguir para todos los cristianos, y estamos invitados a vivirlos a su sombre y gracia.

Fue proclamado Patrono de la Iglesia. Que hoy nos tome de la mano como al Niño Jesús y que nos ayude a encaminarnos por la senda de la felicidad del Evangelio.

Hermanos animémonos mutuamente con Santa Teresa de Jesús: ¡Vallamos a San José!

Escuchamos la Palabra de Dios

Del Santo Evangelio según Mateo 2: 13-15 y 19-23.

«el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo». José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: Desde Egipto llamé a mi hijo.

Cuando murió Herodes, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José, que estaba en Egipto, y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y regresa a la tierra de Israel, porque han muerto los que atentaban contra la vida del niño». .José se levantó, tomó al niño y a su madre, y entró en la tierra de Israel. Pero al saber que Arquelao reinaba en Judea, en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí y, advertido en sueños, se retiró a la región de Galilea, donde se estableció en una ciudad llamada Nazaret. Así se cumplió lo que había sido anunciado por los profetas: Será llamado Nazareno.»

Es Palabra del Señor / ¡Gloria a Ti Señor Jesús!

Como no escuchar a Santa Teresa de Jesús que nos anima a que vallamos a San José.

Si como vemos en este pasaje del Evangelio, este hombre sabe escuchar a Dios y encaminarse confiado en El.

Gracias a que escucho a Dios en su Palabra, salvo su familia.

Escuchemos a Dios en su Palabra para que él nos ilumine en nuestro camino personal, en la vida de nuestras familia y si no comprendemos que quiere el Señor de nosotros ¡Vallamos a San José!

San José no se quedó en los problemas y dificultades que le surgían, como aquella situación terrible del intento de asesinar al Niño Jesús por parte del rey Herodes, él se abandonó a la providencia y misericordia divina, reaccionando con coraje y prudencia.  Nosotros, en situaciones difíciles sigamos su ejemplo y si nos cuesta ¡Vallamos a San José!

Hoy nuestra Iglesia debe comenzar una nueva etapa de su misión evangelizadora marcada por la alegría evangélica, como lo quiere el Papa Francisco y nuestro Obispo Jorge. Como aquellos Testigos, como aquellas primeras comunidades descriptas en el Libro de los hechos de los Apóstoles ¡Salgamos al encuentro de cada hermano!

Para reavivar la fe en el Señor, para que no se enfrié la caridad que sana, contiene, promueve y da sentido a la vida, Y sostengamos la esperanza construyendo una Patria de hermanos con escucha, dialogo y entrega

¡Esta es la propuesta del Sínodo!

Y si nos acobardamos y perdemos la confianza en la acción del Espíritu ¡Vallamos a San José!

Gesto orante: Ponemos junto a la imagen de San José estas palabras: ¡Vallamos a San José! Y si tenemos, ponemos también, una imagen del Papa Francisco, sino escribimos su nombre y además, el nombre de nuestro Obispo Jorge.

Repetimos cada frase de esta oración:

Señor te pedimos por nuestra Iglesia, te pedimos por tus hijos e hijas que caminan animados por la esperanza de tu Hijo vivo y resucitado.

Una Iglesia que es pobre y débil y que sufre muchas pruebas (Y se siente superada).

Una Iglesia que sabe que su destino es abrir su cofre para entregar  a todos, la riqueza de la vida del evangelio.

Hoy abandonada a ti quiere caminar unida, hoy desde el sueño del Sínodo, quiere testimoniar tu amor, hoy en medio de oscuridades e inseguridades, quiere ser valiente y entregada.

Que a la sombre de San José y en su amparo y protección, perseveramos esperanzados y podamos experimentar y celebrar tus maravillas, que siempre hiciste por tu pueblo.

Bendice especialmente a nuestro Papa Francisco y a nuestro Obispo Jorge, que sus corazones de pastores estén transfigurados por el poder de tu Hijo Resucitado y nos sepan guiar como tu rebaño. Amen

 

Hacemos nuestras intenciones y rezamos Tres Padre nuestro en honor a la Santísima Trinidad, 5 Ave María en honor de las cinco llagas de cristo y 9 glorias en honor del Patrocinio de San José.