Sabemos por la historia que Morón fue la primera posta del país, lugar de tránsito donde se construyeron y se cruzaron los caminos de los primeros pobladores de nuestra patria, que fueron abriendo las sendas, a través de las cuales se fue gestando la Patria Grande.

La Posta creció alrededor de una humilde ermita dedicada a la Purísima del Buen Viaje, que por ello es considerada, con toda razón, “como la Fundadora de los pagos de Morón”. (P. Juan Presas)

En este hecho fundacional se asienta nuestra identidad como pueblo: Morón ciudad del camino, posta de caminantes, donde la ermita de la Virgen es nuestra referencia fundamental, tanto desde el punto de vista religioso como desde lo civil.

La Inmaculada Concepción es la Virgen del Camino, y en este sentido María es senda, camino que sigue abriendo la ruta de la Evangelización, así como sucedió en nuestros comienzos, pero María al ser llamada la Purísima del Buen Viaje es también Madre que acompaña en la vida para que tengamos un buen viaje en el caminar de la vida.

María es guía de nuestro camino como Iglesia y como pueblo. María es camino que nos enseña la senda de la sabiduría, que nos instruye y nos enseña a transitar los caminos de la justicia, de la paz y la alegría, los caminos del Evangelio.

Queremos Madre aferrarnos a Ti en este proceso del Sínodo Diocesano: enséñanos a caminar juntos. Ayúdanos para que podamos actualizar el Misterio de tu Visitación en nuestro peregrinar como Iglesia de Morón, Iglesia que quiere asumir cada vez más el caminar de nuestra gente, con su historia, con sus sueños y esperanzas.

Te pedimos Virgencita del Buen Viaje que acompañes a este Pueblo para que en su devenir histórico sea fiel a sus raíces, un pueblo que abraza y contiene a todos, capaz de recibir a los que tuvieron que dejar su patria y su hogar para buscar nuevos horizontes.

Madre enséñanos a ser un pueblo y una Iglesia hospitalaria y acogedora, a hacer honor a nuestra misión de ser la posta, el descanso, el refugio, el auxilio, el ánimo que anima a los caminantes.

Queremos pedirte también que nos regales el gusto de ser pueblo frente al avance de una cultura individualista que va aislando, dividiendo y entristeciendo a la gente.

Enséñanos a ser verdaderamente camino que genera el encuentro; camino que integra, que posibilita la comunicación frente a tanto aislamiento, autorreferencialidad y sordera. Camino que transitamos juntos y que por eso nos abre a la comunión y a la fraternidad.

Camino – Comunicación – Comunión – Comunidad marcan la dinámica del caminar sinodal.

Sabemos que la posta de Morón fue el espacio desde el cual se gestó la 1° evangelización de estas tierras, llevada a cabo por los padres de la Compañía de Jesús. Somos herederos de la misma y nuestro primer Sínodo diocesano tiene por objetivo abrir las sendas de una nueva etapa de la Evangelización en continuidad con aquella, cuya característica principal es la alegría. En esto consiste actualizar en nuestro presente histórico el misterio de la Visitación.

Nos ponemos con entusiasmo a transitar juntos el camino, sin demoras, con la agilidad del Espíritu que nos impulsa a salir.

Lo primero, entonces, es salir, caminar impulsados  por el Espíritu, esto es ser verdaderamente Iglesia en salida:  es decir una Iglesia que se mueve, que no se queda.

Lo segundo es la Visita: visitarnos y encontrarnos construyendo la cultura del encuentro.

“Para que este encuentro sea posible es necesario levantarnos, como María, ponernos en camino, ponernos de pie y salir al encuentro de los demás, atravesar y superar las montañas de la inhibición y los prejuicios, para ver al otro tal como es, o mejor dicho como Cristo lo ve” (I Catequesis Sinodal)

Y yo me atrevería a decir como la Virgen lo ve, como la Virgen nos ve.

Por ultimo escucharnos, en tercer lugar: Escucharnos

“El motivo de encuentro y escucha que ya aconteció entre el Ángel y María, es ahora experiencia y práctica para estas dos mujeres, que no es ni más, ni menos que la riqueza de una profunda escucha”.(I Catequesis Sinodal)

La verdadera escucha desemboca en la alegría del encuentro. La alegría nos permite discernir si nuestra escucha es auténtica o no porque el lenguaje de Dios es consuelo, alegría, paz.

Los invito especialmente a la Asamblea de la escucha, el próximo 13 de Octubre en el Colegio San José. Y los animo a que con mucho entusiasmo nos pongamos en marcha.

Morón caminemos juntos!

Morón soñemos juntos!

Morón Efatá, abre tus oídos para que después puedas hablar!

Por ultimo recordemos que Morón es como un monte que se eleva y nos eleva, es decir nos dignifica, tal como se expresa en el escudo de nuestra ciudad y partido. Este es el significado del texto latino escrito en el mismo: SURGIT MORON ET NOS SECUM FERT.

La catedral, casa de la Madre, casa de la Purísima del Buen Viaje, como podemos apreciar, está construida sobre una loma, como un monte que se eleva, como un faro de luz que orienta los caminos de la nueva evangelización, que guía a nuestra gente, al pueblo peregrino en el viaje de la vida, viaje cargado de profundo sentido.

Madre regálanos una fe confiada y audaz; una esperanza fuerte y comprometida; un amor capaz de transformarlo todo.

Tal como reza una vieja oración queremos decirte:

«Señora del camino y de muchos senderos, por cien derroteros hoy traemos aquí, clamor de viajeros que esperan en Ti”.

También te encomendamos a estos jóvenes seminaristas que hoy dan un paso más en el camino de la formación, que los va preparando para ser servidores del Pueblo de Dios. Camino de discípulos que se van identificando día a día con Jesús, en la escucha de la Palabra, en el misterio de la Pascua celebrada en la Eucaristía, en el servicio a los pobres y los enfermos. Aquí están Juan, Julián y Mariano que van a recibir el ministerio del lectorado. Aquí está también Hernán que junto con Mariano recibirán el ministerio del acolitado. Que la Virgen los bendiga y acompañe.

+ Jorge Vázquez
Obispo de Morón