Hoy empieza nuestro camino, como pueblo de Dios, pueblo que camina, pueblo peregrino, pueblo que camina y peregrina desde la escucha. Por eso comenzamos este proceso de la escucha.

En primer lugar, hoy es el día de la escucha del Obispo. El obispo va a recibir todo lo que ustedes trabajaron y va a tratar de ver qué le está diciendo Dios a través del Pueblo de Dios; qué le está indicando. Así como Dios y el Espíritu nos habla también a través de la realidad. La realidad completa que vivimos. Los gritos de los pobres son llamadas de Dios a que nos hagamos cargo.

Por eso también en el Evangelio Jesús dijo: Denles ustedes de comer. En la multiplicación de los panes, cuando los apóstoles querían esquivarlos. “Denles ustedes de comer” .

El Obispo, la Iglesia de Morón, quiere escuchar a su pueblo también; este pueblo del cual formamos parte. A este pueblo que está celebrando también a su fiesta patronal porque recordemos acá tenemos a la fundadora, Ella es la fundadora de Morón, la Virgen del Buen Viaje.

Y vemos en su Ermita cada día cuánta gente pasa a hablar con la Virgen, a pedirle. Mismo en la Catedral. La Virgen del Camino. Estamos en el camino, pero queremos caminar bien. Y es un viaje con horizonte de eternidad. La vida es un camino a recorrer, pero con un horizonte de eternidad. Acá está la casa, pero el hogar definitivo será la casa del Padre. Y hacía allí vamos.

Como peregrinos, como viajeros, y la Virgen nos ayuda a hacer un buen camino. A que tengamos en el camino de la vida un viaje feliz. Y a que todos en este viajar tengamos la conciencia de que tenemos que trabajar por la felicidad de todos. Nadie va a ser plenamente feliz cuando está rodeado de infelicidad; no se puede ser plenamente feliz cuando hay hermanos que tienen mucho dolor. Y quien se hace cargo del dolor de esa gente lo vi en Luján el otro día y los experimenté, saludándolos despues de la misa de 7 de la mañana: Vi los rostros de dolor de muchas personas, ne  quedaron grabados.

Esos rostros no son un número para la Virgen: por eso van a la Virgen. Porque como madre, cuida, consuela, y expresa la ternura infinita de Dios. Entonces el asunto es escuchar decimos.

“La evangelización es una experiencia de comunicación. Comunicar la Palabra, llevar la palabra de Jesús. Pero para que haya auténtica comunicación tiene que haber escucha. Escucha gratuita de la palabra que vamos a anunciar. Muchas veces no escuchamos y podemos estar sordos. Y Jesús viene a liberarnos de la sordera, porque cuando estamos sordos, a la Palabra, también nos quedamos mudos, porque no podemos hablar, porque no la podemos comunicar.

No podemos ser una Iglesia muda, una comunidad muda. Tenemos que ser una Iglesia, una comunidad, que a los pies de Jesús y de la Virgen abren su oído para escuchar pensemos siempre como dice el Profeta: “Cada mañana el Señor despierta mi oído para que escuche como discípulo”. Para que no hable de mi, porque soy discípulo. Y el discípulo, de quién tiene que hablar sino es de Jesús.

Un Jesús que también está presente en los hermanos, sobre todo en los más pobres. Por eso escuchar a la realidad es escuchar a Jesús y es un desafío que Jesús nos presenta a que tengamos misericordia con Él …”Tuve hambre y me diste de comer… Estaba enfermo y me visitaste. Preso, y me viniste a ver” . Esa misericordia infinita que él tiene con nosotros y se manifiesta a través de Jesús nosotros devolver a Jesús –si se puede hablar así- Misericordia en los hermanos sufrientes en los más pobres, escuchándolo a él desde Jesús.

Por eso, el sueño también de una Iglesia pobre para los pobres. Por lo menos que caminar hacia eso, esto es la escucha: Pidamos que el Señor me abra  a mi, en primer lugar,  los oídos;  me de sabiduría para poder tener la prudencia de conducir y de guiar en lo que me toca al Santo Pueblo Fiel de Dios.

Si me preguntan qué escuche hoy, yo escuché y sentí alegría. La sentí en ustedes. Y la siento en mí.

Entonces, creo que es un signo, una palabra, un ejercicio de la escucha que nos queremos llevar, porque la escucha, eso es lo que dice el Evangelio, felices los que escuchan, los que escuchan la palabra y la practican.

Escuchar, de verdad, da felicidad y alegría. Porque uno cuando empieza a comprender al otro, en la experiencia de la salida de la autorreferencialidad cuando vas al otro y se pone en el pellejo del otro, y se hace cargo, ese salir de uno mismo, de los encierros de uno mismo, nos da alegría.

Signo de la escucha, eso que decía, el que tiene alegría, como María, sale a comunicarla, María partió y fue sin demora por las montañas de Judá a ver a su prima. La salida llevando la alegría del servicio y tantas cosas más que podemos decir.

Entonces, la escucha y algo que les quiero decir porque estoy convencidísimo: el Sínodo, lo repito, se hace de rodillas. En la oración. Todos los días. Pidiéndole al señor que nos guíe. E insistiéndole al espíritu  que nos anime, que nos dé coraje para: escuchar, para anunciar, para salir, para la misión de comunicar la alegría de Jesús. Ese es el camino del sínodo diocesano.

Que llevará su tiempo. Como les decía al comienzo, yo no sé como es esto. Porque no lo sabía, ni lo sé del todo. se que entre todos estamos descubriendo cosas. Por eso le agradezco mucho a todos los que han trabajado en la secretaría, que al principio sintieron la desorientación del comienzo y se preguntaron “ esto, qué es?” y vinieron a decirme a mí, a encararme y sin embargo como yo tampoco se demasiado, sentí que tenía que hacerlo, no lo inventé y lo que yo pretendo es ser discípulo de ustedes porque yo también como ustedes y junto a ustedes lo miro al Señor. Pero también me da otra tarea, que es ser pastor. Pero no puedo ser pastor sino lo escucho a Él y si no estoy en medio de ustedes.

Entonces pidamos la gracia de que se nos despierten los sentidos que nuestros oídos se abran para que podamos hablar, para que podamos decir palabras que a la gente, que a nuestra cultura actual, que a nuestro mundo en cambio, a que a nuestros jóvenes le sean significativas, palabras con sentido, y el sentido de la palabra surge de esa escucha. Es de alguna manera cuando uno escucha y reza queda embarazado de la Palabra, como María que caminaba a visitar a su prima Isabel embarazada de la Palabra. Palabra que no es para guardar sino para comunicar. Muchas gracias a todos.